La llegada de migrantes irregulares a Panamá a través de la peligrosa selva del Darién, la frontera natural con Colombia, “ha disminuido considerablemente” luego de la puesta en marcha de la nueva política migratoria de Estados Unidos para los venezolanos. Así lo afirmó este martes el jefe del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá, Oriel Ortega, quien precisó que tras haberse registrado en este octubre picos de entrada de “3.000 y 4.000” migrantes irregulares en un solo día, ahora están llegando “entre 1.000 y menos”. Panamá es la puerta de entrada a Centroamérica desde el sur del continente para los migrantes irregulares que viajan hacia Norteamérica, y hasta el pasado sábado habían entrado por el Darién la cifra récord de 204.986 personas, el 71,8 % de ellos venezolanos, según cifras oficiales suministradas a EFE el pasado domingo.