El Catatumbo se ha convertido en una de las zonas más violentas de Colombia desde la firma del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), hace dos años, que llevó a la desmovilización de la guerrilla más antigua del continente, pues otros grupos luchan para ocupar el espacio que dejó el grupo insurgente. Es la apreciación de la ONG Human Rights Watch (HRW), la cual divulgó un trabajo de campo desarrollado en ese territorio de Norte de Santander. Según el organización, desde 2015, los homicidios en Catatumbo se duplicaron.