Entre enero y junio cruzaron la frontera entre Colombia y el país centroamericano vecino 196.371 personas migrantes (venezolanos, haitianos, ecuatorianos, chinos e indios, principalmente) susceptibles a la condición de refugio y con necesidades de protección internacional. Esta cifra genera alarma si se compara con los datos del mismo semestre del año anterior cuando salieron del país por el Darién 49.452 personas, lo que representa un aumento del 297%. Los datos muestran que en el primer semestre del año migraron 40.171 NNA, mientras que en el mismo periodo del 2022 cruzaron esa frontera 7.369 menores de edad, un incremento desbordado del 445%. La entidad conoció un dato incluso más preocupante: NNA migrando sin sus familias, lo que genera una condición mayor de vulnerabilidad. La presencia de estructuras criminales, justamente, llevó a que las Defensorías del Pueblo de los dos países emitieran en abril pasado una Alerta Temprana Binacional. El propósito principal es que los gobiernos de las dos naciones implementen medidas que apunten a garantizarles los derechos a quienes cruzan la frontera a través del también conocido como Tapón del Darién.