Pocos conocen el drama que se oculta en medio de las risas y los juegos en el parque infantil del Hospital Universitario Erasmo Meoz, de la ciudad colombiana de Cúcuta. Allí entre columpios, pelotas y casitas de muñecas, los niños venezolanos se debaten entre la vida y la muerte. En Venezuela, sin tratamientos oncológicos, ni inmunosupresores y una deficiente alimentación, resulta “muy duro” sobrellevar cualquier tipo de cáncer, aseguró la directora de la organización de apoyo al niño con cáncer, Prepara Familia, Katherine Martínez. Al ver está dramática realidad y ante la imposibilidad de obtener los protocolos del tratamiento, las familias deciden salir del país para buscar medicamentos.