Varias caras ha exhibido la frontera tachirense con Colombia en los últimos cinco años: la del cierre estricto del 2015 y el éxodo de colombianos, la del paso peatonal recobrado en 2016, la de la tarjeta de movilidad en 2017, la de la migración masiva en 2018, la de la “batalla” de los puentes en 2019, y la de los retornados en plena pandemia de 2020. El presidente, Nicolás Maduro, ordenó cerrar la frontera tachirense en alocución televisada la noche del 19 de agosto de 2015, a raíz de un ataque armado contra tres militares y un civil, atribuido a paramilitares colombianos. Durante los últimos 60 meses no ha habido más tránsito libre de vehículos por los puentes internacionales del Táchira: el Simón Bolívar, símbolo entre San Antonio y La Parada; el Francisco de Paula Santander, que une a Ureña con El Escobal, y La Unión, conexión entre Boca de Grita y Puerto Santander. Han aguantado estas estructuras, sí, la caminata diaria de hasta 70.000 personas. Antes, más en dirección hacia Colombia, a migrar o a comprar comida y medicamentos; ahora, con la flecha invertida en sentido hacia Venezuela para el retorno de más de 45.000 que se habían ido. Estos son 40 hitos ocurridos en los últimos 60 meses, a partir del desencadenante de agosto de 2015: