La escasez de alimentos, medicamentos, combustible y materia prima en Venezuela abrió paso para que desde el año 2017, el estado Táchira de forma paulatina comenzara a abastecerse de productos traídos desde el departamento del Norte de Santander, en Colombia. Lo que comenzó como una forma de sobrevivencia al encontrar productos que habían desaparecido de los anaqueles en el país se convirtió en un negocio, sucediendo lo que para muchos era impensable, el contrabando desde Colombia hacia Venezuela, fenómeno que se inició con la venta de gasolina colombiana primero en municipios fronterizos, extendiéndose a otros sectores del estado Táchira. El analista de asuntos fronterizos, Feijoo Colomine, dijo que no existen cifras reales sobre el número de toneladas de comida y otros insumos que ingresan al país por los pasos ilegales en la frontera colombo-venezolana, en las regiones fronterizas como Táchira, Zulia y Apure. Para el politólogo Pável Rondón, por los altos índices inflacionarios del país los ciudadanos preferían acudir al Norte de Santander para la compra de productos al considerarlo más beneficioso, pero con la llegada de la pandemia del covid-19 la movilización de personas se redujo. Esto hizo que se acelerara el contrabando hacia la región