Muchos migrantes, principalmente los venezolanos, no la tienen fácil al momento de conseguir empleo en Colombia, sobre todo, en el área metropolitana de Cúcuta, donde la informalidad ronda el 61,7% y el desempleo 12,5%, según los datos revelados hace un mes por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Sin embargo, la Reforma Laboral aprobada viene a ponerle un freno a esas irregularidades. El director del Observatorio Fiscal de la Pontifica Universidad Javeriana, José Mauricio Salazar, sostuvo que el texto aborda una estrategia de crecimiento inclusivo basada en la integración de poblaciones clave.
“En un país donde más de 2.5 millones son migrantes, principalmente venezolanos, y trabajan en condiciones informales o precarias, garantizar sus derechos laborales es tanto una cuestión de justicia como de política económica. El proyecto recoge textualmente la propuesta del Observatorio: el estatus migratorio no podrá ser usado para negar derechos laborales ni de seguridad social”, indicó Salazar.
El economista manifestó que esta medida responde a un trabajo de años junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), centrado en romper las barreras normativas y sociales que enfrentan los migrantes en su acceso al trabajo formal.