Vinieron de todos lados. Sucre, Barquisimeto, Caracas, Aragua, Maracay… Se conocieron lavando ropa o bañándose en un brazo del río Táchira que pasa por el sector La Marina, en La Parada (Villa del Rosario), y allí se quedaron. Basta pasar un rato en sus improvisados ranchos para comprender que muchos quieren ser escuchados; que sus recuerdos contienen abuso, dolor y carencias de todo tipo. Aunque son una comunidad, no tienen nombre, solo se hacen llamar ‘los de la toma’.