Producto de la diáspora venezolana, cuya mayoría se ha instalado en Colombia, el sistema educativo de ese país ya muestra indicios de colapso, debido a que alberga a más de 10 mil niños en sus instituciones.
Ante la situación, el Ministerio de Educación y la Cancillería de Colombia estarían estudiando la creación de un segundo calendario escolar que se adapte a la llegada de los migrantes venezolanos y poder atender la alta demanda estudiantil.