A través de un comunicado el Clan del Golfo dio por terminado el «paro armado» que a lo largo de los últimos días generó zozobra y muerte en varias regiones de Colombia. Este “paro armado” comenzó el jueves 5 de mayo, en represalia por la extradición del líder de esa agrupación, Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, hacia Estados Unidos. La serie de acciones en 11 departamentos del país dejaron seis muertos y 180 vehículos atacados, la mayoría incinerados. En el comunicado, las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) aseguraron presentar «condolencias» para las personas que perdieron sus medios de transporte y justificaron el accionar terrorista porque «era necesario para que acataran la directrices (…) para demostrarle al gobierno (…) la capacidad política y militar» de esa organización. “Es falso que se esté pretendiendo extender estas medidas extremas que han causado impacto en la población civil y sectores económicos, quienes son la base de nuestra lucha, por el contrario, honraremos las directrices del Estado Mayor”, concluyó el comunicado.