La población venezolana experimenta cambios históricos, está en movimiento y en la búsqueda de su reconfiguración. Al menos 5.4 millones de venezolanos estaban en condición de refugiados y migrantes en 2020, según estimaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados. Este movimiento migratorio, que es uno de los más grandes del mundo, representa un reto para la región y sus ciudades en términos sociales, económicos y culturales, debido a los cambios transitorios y permanentes que se manifiestan en el ámbito urbano. Según datos de 2020 del Banco Interamericano de Desarrollo, al menos 20% de los migrantes se han concentrado en grandes ciudades de otros países. Desde la perspectiva cultural, los ciudadanos como principal bien patrimonial intangible de una nación han demostrado ser la herencia más importante del país como un capital en desplazamiento, capaces de transmitir el legado cultural de un territorio a otro.