Las autoridades de Chile expulsaron el domingo a 55 venezolanos desde la ciudad de Iquique, en el norte del país, en el contexto de un nuevo proceso de deportaciones que inició el gobierno chileno, muy criticadas por organizaciones de ayuda al migrante. La Policía de Investigaciones (PDI) trasladó a los venezolanos en al menos cinco autobuses hasta el aeropuerto de la ciudad de Iquique (unos 2.400 km al norte de Santiago) vistiendo overoles blancos con capucha, mascarillas para evitar contagios por el covid-19, esposados y acompañados cada uno por un agente, para abordar un avión rumbo a Caracas, de acuerdo con imágenes proporcionadas por el Gobierno Regional de Tarapacá. «Este es el primero de los vuelos contratados por la Subsecretaría del Interior y la Dirección de Extranjería y Migraciones para materializar expulsiones ya sean judiciales o administrativas. En este caso son 55 ciudadanos extranjeros», explicó Juan Francisco Galli, subsecretario del Interior, en rueda de prensa.