No solo de pan vive el hombre, esa pareció ser la frase del día, durante el más reciente encuentro con los representantes de los comedores comunitarios de las parroquias, vicarías y centros religiosos y laicos comprometidos que hacen parte del programa Acompañando en la Esperanza que adelanta el Grupo Social CESAP. Se pueden contar por millares las personas que acuden diariamente a estos comedores en busca de un plato de comida, pero también de una palabra de aliento, de un abrazo cálido o del consejo oportuno. Es por ello que se hacen imprescindibles estos encuentros que permiten compartir sus experiencias, anécdotas, sinsabores y alegrías.