Lo que comenzó con una olla de caridad, de la mano de tres sacerdotes (Hugo Suárez, José David Caña y Eduar Tamara) y con el apoyo del obispo Víctor Manuel Ochoa, hoy recibe a diario a más de 4.500 personas. El obispo Ochoa Sostuvo que la iglesia católica está ayudando en toda Colombia a los inmigrantes; pero, indicó que la Casa de Paso no está preparada para recibir otro pico de venezolanos. “La crisis en Venezuela es grave, y la gente tiene muchas necesidades, que se reflejan sobre las fronteras. Hay que prepararnos para recibirlos y acogerlos”, enfatizó.