Abrir la frontera es necesario porque así las autoridades podrían tener un mayor control sanitario, aplicando las medidas de bioseguridad, contrario a lo que ocurre en la actualidad, que mientras los puentes tienen candado, las trochas siguen abiertas, con el pleno dominio de bandas criminales que cobran para ir de un lado a otro de la línea divisoria, asegurándose millonarias ganancias. “Se sabe de gente que paga entre 200 y 300 dólares para venir a hacer un trámite, pasajeros que van hacia el exterior, gente que viene a comprar medicinas y alimentos, visitar un familiar, donde hay una gama de tarifas que va desde los $10.000 los más pobres hasta 500 dólares el más rico. Víctor Bautista, secretario de Frontera y Cooperación Internacional de la Gobernación de Norte de Santander, dijo que la administración departamental le ha dicho al Gobierno Nacional que las medidas sanitarias y los indicadores de ocupación hospitalaria van marcando unas pautas que pueden llevar a la apertura o no de la frontera, sin embargo preocupa el manejo criminal que tienen muchos grupos al margen de la ley en las trochas que comunican con el estado Táchira.