Un año necesitaron los investigadores de la Dirección de la Policía provenientes de Bogotá, con apoyo de uniformados de Cúcuta, para descubrir los movimientos clandestinos de una red de transportadores de migrantes venezolanos desde la capital nortesantandereana a Ecuador y Perú, con fines diversos. Según se conoció, los policías descubrieron que los miembros de la banda cobraban 210 dólares por llevar a cada persona hacia Ecuador o Perú. La banda tenía dos puntos donde ubicaba los buses para que fueran abordados por los venezolanos. Entre los integrantes de esta red hay cuatro policías activos que también fueron capturados.