En alerta máxima se encuentran las autoridades sanitarias del Norte de Santander ante el brote de fiebre amarilla que se ha presentado en Venezuela.  En ese sentido el director del Instituto Departamental de Salud, Carlos Martínez dijo durante entrevista a Caracol Radio que “frente a esta situación lo que hemos hecho es crear una barrera sanitaria para aumentar los planes de vacunación con relación a esta patología y otras y así evitar que se propague por el transito muchas veces irregular de migrantes”. Precisó que en ese orden de ideas se trabaja con más de cien puestos de vacunación que también están habilitados para atender COVID-19 y que en los municipios fronterizos se ha demandado toda la colaboración de los alcaldes y autoridades de salud para reforzar los planes de inmunización. Indicó que se mantiene un monitoreo por las zonas de frontera que tienen mayor movimiento de migrantes con el fin de generar alertas ante cualquier caso sospechoso.

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