Un total de 11 migrantes de origen venezolano fueron localizados en Monterrey, en el norteño estado mexicano de Nuevo León, cuando permanecían en una vivienda presuntamente secuestrados. Según las autoridades, una persona informó que en un domicilio se encontraba un grupo de individuos privados de la libertad, por lo que la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) tomó el caso. Cuando los agentes investigadores se trasladaron al sitio alcanzaron a escuchar los gritos de las personas, provenientes del interior del inmueble, por lo que procedieron abrir por la fuerza y hallar a las personas en hacinamiento. Una vez que se ejecutó el rescate, los migrantes fueron puestos a consideración del Instituto Nacional de Migración (INM). Aunque no se revelaron las identidades de los venezolanos se estableció que entre las víctimas se encontraban tres menores de edad de solo 10, 6 y un año, seis hombres y cinco mujeres.