Las remesas enviadas por migrantes venezolanos a la ciudad de Cúcuta, desde distintos estados en el mundo, y que son cambiadas a dólares, son las que sostienen la economía de ciudades como Caracas, Puerto Ordaz, Barquisimeto o Valencia; además, estas remesas generan un intenso flujo pendular que enriquece el comercio cucuteño. Sin embargo, el IVA del 25% a las transacciones en dólares, aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, poco o nada, afectará a la economía de esta franja fronteriza. En las transacciones a divisas sólo un 10 y 15% de los contribuyentes venezolanos, que hacen estas operaciones en la zona de frontera, facturan adecuadamente.