“Las instalaciones del Ateneo Fronterizo Dr. Marco Ramírez Murzi son usadas en la actualidad como hotel, donde meten gente a dormir y le cobran. Está convertido en una pocilga, ese es su nuevo rostro”, así lo describió el aún presidente de la institución, profesor Armando Garnica, quien desde hace dos años se vio obligado a abandonar la sede, junto a los demás miembros de la directiva, tras haber sido invadida. “El ateneo se convirtió en un reducto donde un grupo de personas alquila sus espacios a quienes vienen por necesidad para comprar en Colombia”. Ninguna autoridad municipal ha puesto coto a tanta anarquía. “Ellos tienen conocimiento de lo que pasa adentro”, aseguró.