Antes de agosto de 2015, cuando los puentes internacionales Simón Bolívar y el Francisco de Paula Santander estaban totalmente abiertos, se registraba la circulación de más de 16.000 vehículos diarios sobre los tramos binacionales. La cifra, desprendida de un informe de Colombia al que tuvo acceso La Nación, precisa que el 10 % correspondía a vehículos de carga pesada; es decir 1.600 gandolas cruzaban por los pasos internacionales. Este escenario, empujó a las autoridades de Venezuela y de Colombia a concretar la construcción del puente internacional de Tienditas, el cual tendría como objetivo principal descongestionar los tramos que conectan a San Antonio del Táchira con La Parada y a Ureña con El Escobal. La obra fue concluida en noviembre de 2016 y, a la fecha, no ha sido inaugurada por los gobiernos de ambos países. El cierre de los puentes, el 19 de agosto de 2015, y la posterior ruptura de las relaciones diplomáticas, han dilatado el panorama. Sin embargo, los recientes pronunciamientos del presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, y de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, aumentaron las expectativas en torno a la reactivación comercial entre Táchira y Norte de Santander, así como la posibilidad de que el puente de Tienditas sea, por fin, estrenado.

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