Cientos de personas, muchas de ellas indígenas, han cruzado la frontera entre Apure en Venezuela y Vichada en Colombia huyendo de la violencia en la frontera que se ha sostenido por varios días y por la que ambas capitales han desplegado militares. “Han cruzado con sus hijos y con los chinchorros con mucho miedo. Duermen debajo de los árboles a la orilla de los ríos y otros en el pueblo. No tienen un albergue, están a la intemperie, si llega a llover se van a mojar y enfermar”, dijo el miércoles a The Associated Press Henny Gutiérrez, gobernadora indígena de Puerto Carreño, Vichada. Human Rights Watch calcula que hay al menos 500 venezolanos desplazados forzosamente en Vichada, al este de Colombia, que incluyen indígenas sikuani y amorúa. Gutiérrez, por su parte, advirtió que la cifra de desplazados ascendería a 800 personas, aunque todavía no hay un número consolidado de afectados dado por el gobierno.