Las mujeres residentes en zonas rurales o mineras de Venezuela próximas a la frontera con Colombia, donde viven muchas indígenas, “son víctimas de la violencia y la indiferencia del Estado” del país, denunció la ONG Fundaredes en un boletín que recoge la situación de las víctimas. “La vida de las mujeres en las zonas agrarias de la frontera y comunidades indígenas es de marginación constante, sumado a la inseguridad física y alimentaria, la falta de transporte, las fallas o ausencia de servicios públicos, el escaso acceso a recursos sanitarios aunado a la violencia y la opresión”, dijo la ONG en el documento. La investigadora de Fundaredes Adriangela Álvarez explicó a EFE que, el informe se centra en la situación de “las mujeres rurales, las mujeres de frontera y las mujeres en el ámbito de la minería ilegal” que -dijo- se encuentran “vulneradas por grupos delincuenciales y por el Estado que las mantiene desprotegidas”. Según Fundaredes, la práctica de la minería ilegal también ha permitido que las mujeres adultas, niñas y adolescentes que residen en zonas mineras del estado Bolívar y el Amazonas, en el sur del país, sean sometidas a esclavitud sexual y laboral.