El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ve con “preocupación” los efectos colaterales que pueden acarrear para los migrantes venezolanos la repentina adopción de nuevas políticas migratorias por parte de Estados Unidos, toda vez que podría abocar a miles de personas a quedarse atrapadas en su camino hacia el norte o “dar la vuelta”. La alta comisionada adjunta Gillian Triggs agradeció en una entrevista a Europa Press la “generosidad” que Estados Unidos siempre ha demostrado en temas de acogida; por ejemplo, al abrir sus puertas a refugiados sirios o ucranianos, pero también reconoció que la agencia está “muy preocupada” por el hecho de que se mantengan algunas restricciones aplicadas durante los peores momentos de la pandemia de covid-19. Cabe la posibilidad de que muchos “se den la vuelta” porque “ahora saben que no tienen oportunidad” de cruzar la frontera sur estadounidense, según Triggs, que teme incluso que puedan verse abocados a cruzar en sentido contrario el Tapón del Darién, una zona selvática de difícil acceso entre Panamá y Colombia. “No puedo ni imaginar cómo tiene que ser pasarlo de nuevo”, señaló.