Los migrantes y refugiados venezolanos vulnerables que se han visto particularmente afectados por la crisis sanitaria y socioeconómica del COVID-19 necesitan urgentemente un mayor apoyo de la comunidad internacional, dijeron el viernes los trabajadores humanitarios de la ONU, antes de una conferencia de donantes organizada por Canadá la próxima semana, señaló el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Desde 2015, unos 5,6 millones de venezolanos han abandonado el país para escapar de la violencia, la inseguridad y las amenazas, así como de una crisis económica de larga data que ha provocado la falta de alimentos, medicamentos y servicios esenciales, según la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR . Unos 2,5 millones se han asentado en las Américas, donde la mayoría eran autosuficientes hasta que golpeó la pandemia, lo que provocó la pérdida de puestos de trabajo, los desalojos y un aumento de la violencia de género.