La personería en Colombia se ha convertido en un trabajo de alto riesgo.
En medio del actual panorama de violencia que vive el país, no es tarea sencilla ejercer la función de personero en Colombia.
El secuestro y asesinato de Jimmy Alejandro Rosero Chaves, personero del municipio de Cumbitara, Nariño, el pasado 5 de noviembre de 2024 por grupos armados ilegales, es el ejemplo más diciente sobre los riesgos que enfrentan estos funcionarios del Ministerio Público.