El padre Jesús Villarroel, coordinador general de la Red Clamor en Venezuela, señaló que la atención a migrantes disminuyó en los últimos meses por la falta de recursos, a pesar de que el flujo migratorio venezolano no se detiene.
En entrevista con el programa Háblame Bajito de Radio Fe y Alegría Noticias, afirmó que el fenómeno migratorio del país “puso a trabajar” a toda la iglesia latinoamericana con la creación de más casas de acogida, comedores y espacios de protección y promoción humana.
Aunque reconoció que en los últimos meses la ayuda experimentó un “declive”, el padre Villarroel subrayó que la iglesia sigue resiliente y valiente.
La Red Clamor articula el trabajo de la Iglesia católica en el país en materia de migración, refugio y acompañamiento a víctimas de trata.
Agrupa a Cáritas de frontera —como San Cristóbal, Maracaibo y Carúpano— y a congregaciones religiosas que prestan servicios a migrantes.
El padre Villarroel enalteció la labor de la hermana Daisy Andrade, quien desarrolló una red de defensores de vida en las diócesis fronterizas de Venezuela con la campaña “Hagamos ruido, hablemos de trata”, enfocada en la formación, prevención y sensibilización en comunidades y colegios.
De esta iniciativa nació la Red Clamor Maturín, en una zona de paso y captación de jóvenes que salen del país por Tucupita y Güiria.