Colombia y Venezuela comparten 2.219 kilómetros de frontera. Mucho de ese espacio ha sido usado en los últimos cuarenta años por grupos al margen de la ley como corredores para el narcotráfico, el contrabando y hasta el tráfico de personas. Arauca y Norte de Santander han sido escenarios de la guerra. Dos de los rasgos que ha traído esto han sido las violencias basadas en género y el reclutamiento de menores. La fundación Paz y Reconciliación se adentra en dos de los flagelos más desgarradores que ha traído el conflicto.
Nos focalizamos en dos departamentos, Arauca y Norte de Santander. Durante 2024, Arauca se consolidó como el tercer departamento del país con la mayor tasa de notificación de casos sospechosos de VBG, con 108.3 por cada 100 mil habitantes. A esto se suman las cifras de la Fiscalía General de la Nación, que documentó el reclutamiento de 39 menores de edad durante el presente año. No obstante, fuentes de prensa local indican que esta cifra podría ascender a 64. Por su parte, la Defensoría del Pueblo confirma que Arauca es el segundo departamento del país en 2024 con más casos de reclutamiento, solo por debajo de Cauca.
En cuanto a Norte de Santander, durante 2024 se registraron 331 casos de VBG atendidos por la Defensoría del Pueblo, mientras que el INML documentó 466 casos durante los primeros seis meses del año. El fenómeno de reclutamiento forzado por parte de los grupos armados ha dejado un saldo de 56 víctimas. El 80% de los casos ocurrieron en la subregión del Catatumbo.