Frontera Viva: Documental. En Venezuela la niñez se pierde a los 10
En el marco de la grave crisis que padece Venezuela, se ha normalizado la presencia de niños y adolescentes trabajando o pidiendo limosna en las calles del país. Muchos de ellos iniciaron el oficio a los tres años en compañía de sus padres, otros comenzaron solos a los 10 años. Cada uno tiene su historia, pero todos coinciden en que trabajan para aportar para el sustento familiar. Mientras algunos niños abandonan Venezuela, otros se desplazan internamente de ciudad en ciudad, junto a sus padres con rumbo a la frontera colombo-venezolana. Si bien, no existen cifras oficiales referentes a la migración interna, esta se evidencia en la movilización de familias desde el interior de Venezuela hasta las zonas fronterizas con Colombia. Este fenómeno −indica el abogado y Coordinador General de la organización Cecodap, Carlos Trapani− es reciente y está relacionado con la emergencia humanitaria compleja que golpea al país y que se ha agravado con la llegada del COVID-19. Las calles de los estados fronterizos con Colombia y Brasil son testigo de esta cruda realidad. Una de las zonas más concurridas por este tipo de desplazamiento interno es la capital del fronterizo estado Táchira, allí un grupo de niños, varones en su mayoría, limpian parabrisas a cambio de algún pago en pesos colombianos, moneda de uso común en esa localidad.