A través del chat de WhatsApp de Estoy en la Frontera desde el pasado 24 de marzo, cuando comenzó la medida de aislamiento obligatorio, han escrito unas 210 personas de las cuales el 50% son mujeres cabeza de familia, muchas con más de dos hijos, solteras y otro gran porcentaje embarazadas. La pandemia ha dejado al descubierto otro drama de la migración, que vuelve aún más vulnerables a este grupo de mujeres, tal como lo indican los expertos. Adriana Pérez, del Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander, explicó que las mujeres venezolanas están pasando por situaciones que las exponen a mayores riesgos. “Muchas de ellas que se encuentran en situación de irregularidad (…) Y hacen parte del mercado informal de trabajo de la ciudad, que sabemos que es uno de los más altos del país, que ronda en un 70%. Ellas se están viendo imposibilitadas a salir a sus lugares de trabajo para cumplir con la proveeduría del hogar”, dijo.