El paro armado instaurado por el Eln puso en vilo a Norte de Santander desde la mañana de ayer, 14 de diciembre. El ambiente en las primeras horas del día ya era suficientemente tenso, pero lo que estaba por venir resultó aún peor: artefactos explosivos instalados en diferentes vías del departamento e, incluso, la muerte de un civil.
El hecho más lamentable de esta jornada de sangre y luto para los nortesantandereanos se vivió en Puerto Santander. Incluso antes de que iniciara el paro —programado para comenzar a las seis de la mañana—, las ráfagas de fusil interrumpieron el sueño de los habitantes.
Sin embargo, pocos minutos después, la tragedia empezó a recorrer las calles de Puerto Santander: habían asesinado a don Agustín Pabón. El hombre, reconocido por ser conductor de ambulancia, murió tras recibir impactos de arma de fuego.
El coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, manifestó que la víctima fue asesinada por el ELN en medio del hostigamiento, en un hecho que constituye una grave violación al Derecho Internacional Humanitario, al atentar contra un miembro de la misión médica.
Horas después, una vez entró en vigencia el paro —en el que voceros del Eln recomendaron no transitar por vías intermunicipales—, comenzaron a aparecer varios presuntos artefactos explosivos en diferentes carreteras, todos con mensajes o símbolos alusivos a esta organización armada.