El tráfico de inmigrantes en Chile se multiplicó por 14 en los últimos dos años, algo que las organizaciones de derechos humanos achacan a la “rigidez” de la ley migratoria del país, la más antigua de Suramérica, y a las medidas decretadas por el actual Gobierno del conservador Sebastián Piñera. Según un reporte de la Brigada Investigadora de Trata de Personas de Chile (Bitrap), un total de 376 personas fueron víctimas de tráfico de migrantes en 2019, frente a las 27 víctimas de 2017.