Hace 10 años, una persona con el virus de la inmunodeficiencia humana en Venezuela iba a una institución gubernamental, accedía al test, le suministraban medicamento y tenía seguimiento. Hoy, la crisis venezolana ocasionó que los fármacos antirretrovirales, usados para frenar el VIH, se extinguieran y que miles de personas salieran en su busca. “Muchas de las infecciones de transmisión sexual son adquiridas por los migrantes cuando deciden irse de su país, en el tránsito, porque son víctimas de trata de personas, de violencia económica. Falta empatía cuando se habla de los migrantes”, dijo Juan Carlos Rivilla, director de investigaciones de Profamilia.