Una corte federal de apelaciones confirmó este viernes que el gobierno de Donald Trump puede poner fin al parole humanitario para unos 430.000 inmigrantes originarios de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
La Corte Suprema ya le permitió en mayo revocar este programa de protección humanitaria de manera temporal, mientras el caso continuaba en instancias inferiores y regresaba a la Corte de Apelaciones del Primer Circuito que, este viernes, falló también por permitir ponerle fin mientras se desarrolla la demanda.
El gobierno de Trump había argumentado que el tribunal de apelaciones debería seguir el criterio de la Corte Suprema y revertir el fallo emitido en abril por un tribunal de distrito, que le ordenaba suspender la finalización del parole.
«Reconocemos los riesgos de daño irreparable expuestos de manera persuasiva en la orden del tribunal de distrito: que los beneficiarios de los programas de parole humanitario que llegaron legalmente a este país se vieron repentinamente obligados a elegir entre irse en menos de un mes —una elección que potencialmente incluye ser separados de sus familias, comunidades y empleos legales— y regresar a peligros en sus países de origen», escribieron este viernes los jueces de la corte.
«Pero, en ausencia de una sólida demostración de probabilidad de éxito en el fondo del asunto, el riesgo de tales daños irreparables no puede, por sí solo, justificar una suspensión», agregaron para sustentar su decisión.