El gusto por la música llanera y la pasión por ayudar a los otros fueron las motivaciones que llevaron a Publio González, fundador de la Corporación Corcuma, a crear ‘Cultura sin fronteras’, una iniciativa que en torno al joropo, el cuatro, el arpa y la bandola reúne a niños, niñas y adolescentes de Colombia y Venezuela para tender puentes y prevenir la discriminación hacia la población migrante que ha llegado al departamento de Arauca. La estrategia de integración binacional fue creada en 2019 y es financiada desde agosto del 2020 por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Semana a semana, abre sus puertas para recibir a cerca de 122 menores colombianos y venezolanos que encuentran en las clases de baile y música una forma de entretenerse y aprender a convivir en medio de las diferencias.