Una compleja red dedicada al tráfico de migrantes entre Venezuela y Brasil fue desarticulada tras una operación conjunta de la Fiscalía Federal y la Policía brasileña. Las autoridades detuvieron a diez personas acusadas de integrar una organización que, durante varios años, habría facilitado el ingreso irregular de más de 400 migrantes a través de la frontera norte, cobrando hasta 1.000 dólares por persona.
El grupo operaba desde 2021 hasta 2024 en el municipio de Pacaraima, estado de Roraima, principal punto de tránsito entre ambos países. Según la investigación, los implicados sobornaban a funcionarios fronterizos, falsificaban documentos y utilizaban sellos oficiales robados para simular ingresos regulares ante el sistema migratorio brasileño.
La organización era dirigida desde Venezuela por un ciudadano de origen sirio, actualmente detenido en Francia, a la espera de extradición. De acuerdo con la Fiscalía de Brasil, este individuo coordinaba la logística desde el extranjero, mientras sus cómplices locales —de nacionalidad venezolana y brasileña— se encargaban de ejecutar el paso irregular de personas, la falsificación de papeles y los sobornos a funcionarios.
Las operaciones de la red se extendieron por varios años y evidencian un sistema sofisticado de corrupción transfronteriza.