La tensión que se vive en Arauca, en la frontera colombiana con Venezuela, tras la oleada de asesinatos selectivos emprendida por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) la semana pasada contra una disidencia de las FARC, ha provocado el desplazamiento de 170 familias (unas 673 personas). “Además de las cerca de las 170 familias desplazadas en Arauca, el fenómeno ya empieza a sentirse en Norte de Santander, particularmente al municipio de Toledo a donde han llegado 24 familias”, denunció la Defensoría del Pueblo, que ha comprobado “una gran tensión por parte de las comunidades y temor porque las acciones de los grupos armados puedan generar más muertes”. “Persiste el temor de las comunidades, por esta razón estamos en el departamento de Arauca conversando directamente con las comunidades que han resultado afectadas por las acciones de los grupos armados ilegales que se disputan las actividades ilícitas en la zona de frontera”, aseguró el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.