Los indígenas apureños no escapan de la crisis humanitaria compleja de Venezuela. Un grupo de 30 personas pertenecientes al pueblo Jivi se vio obligado a salir de su territorio para buscar alimentos. Hace dos meses comenzaron su travesía desde La Macanilla, en el municipio Pedro Camejo, a más de 600 kilómetros de la frontera del Alto Apure. En carro llegaron a San Fernando, la capital de la entidad, y desde allí caminaron unos 450 kilómetros para cruzar al Departamento de Arauca, Colombia. Rafael Sánchez, hijo del cacique de la etnía Jivi, relató que tomaron la decisión de movilizarse de su comunidad porque en la zona tienen poco acceso a la alimentación y asistencia gubernamental, y aunque sobreviven de la caza y la pesca no cuentan con productos como el arroz y el harina de maíz. “Nos vinimos de allá porque el Clap llegaba cada dos o tres meses, los pueblos indígenas salimos buscando mejor vida, nos dijeron que la gente de por acá nos podía ayudar con ropa y comida”, afirmó, Sánchez.