La paz y la tranquilidad que en algún momento reinó en Banco de Arena, Puerto León y Vigilancia, tres poblaciones de la zona rural de Cúcuta que colindan con Tibú, Puerto Santander y con Venezuela, se acabó por completo, tal como quedó registrado con el asesinato de ocho personas. Primero fue la invasión de las extintas Auc, grupo que se desmovilizó en 2004; luego la llegada de Los Rastrojos que, desde hace tres años, trabaja de la mano con los Pelusos, quienes decidieron unirse a esa organización criminal; estos tres grupos armados se apoderaron del control de esa zona porque sabían que les significaría un fortín económico, ya que esa es una ruta segura para sacar cocaína hacia Venezuela y para ingresar contrabando y armas a Colombia, todos estos negocios que dejan millonarias ganancias.