Si bien la pandemia ha incrementado el flujo de migrantes que regresan a Venezuela, la verdad es que el que va hacia Colombia no ha desaparecido. Decenas de venezolanos desafían a diario el coronavirus y el cierre de fronteras para salir de su país. En frontera, la angustia tiene varias caras muy similares. Por un lado, la de los migrantes venezolanos que aguardan en un terreno al lado del puente Internacional Simón Bolívar para retornar a Venezuela. También están quienes esperan en el Centro de Atención Sanitaria Tienditas a que autoridades migratorias venezolanas les permitan ingresar a su país. Y por otro, la de la migración desde Venezuela por los pasos ilegales, que avanza como hilos de hormigas por las carreteras que van hacia el páramo de Berlín, para posteriormente asentarse en ciudades del centro de Colombia.