Una aclaración. Hace cuatro meses, la Secretaría de Educación de Bogotá envió un memorando a los rectores, secretarios académicos y otros funcionarios insistiendo en que todos los niños y niñas venezolanos tienen derecho a estudiar en Colombia. Esa garantía no distingue por condición migratoria; tanto los menores que tienen un sello en su pasaporte como aquellos que cruzaron la frontera omitiendo sus controles pueden acceder a una institución educativa. Sin embargo, un sinfín de familias están en este momento en ascuas esperando que sus hijos sean aceptados en el sistema educativo nacional.