El agua de pozo se ha popularizado en la frontera de San Antonio del Táchira. Solo en el barrio Lagunitas existen cuatro puntos de llenado que surten a las comunidades que van a esa zona, cercana al río Táchira, con sus tobos o cualquier tipo de envase, y a los camiones cisterna que laboran en la ciudad. Frente a la escasez del vital líquido, muchos han optado por transformar sus camiones. Les adhieren un tanque cuya capacidad, en la mayoría de los casos, sobrepasa los 3.000 litros, y con el que logran prestar un servicio a residencias y empresas, lo que, al final, se traduce en un «rebusque».