Este esquema de identificación, que está soportado con una red de dispositivos móviles y una base de datos, busca extremar los controles en los tres corredores binacionales de Norte de Santander y corroborar la autenticidad de la Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF), documento otorgado a cerca de 1’600.000 venezolanos por parte de las autoridades colombianas para garantizar su libre circulación por las zonas fronterizas.