La activación de tiendas comerciales en la Zona Económica Especial Fronteriza Ureña-San Antonio, destinadas a vender productos, principalmente a ciudadanos colombianos y de otras nacionalidades, los cuales podrán pagar en moneda extranjera, ha abierto una nueva esperanza para fabricantes de distintos rubros de la región que estaban a punto de cerrar sus empresas debido a la difícil situación que atraviesan para producir y comercializar sus bienes.
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