Quince meses después de que Colombia le pusiera candado a su frontera con Venezuela, por Norte de Santander, para hacerle frente a la propagación de la COVID-19, los puentes internacionales finalmente volverán a ser habilitados a partir del primero de junio para el paso de peatones. La reapertura de estos corredores limítrofes que comunican al departamento con el vecino país se ha convertido en una urgencia para los sectores productivos, los gremios y las autoridades políticas de la región, quienes desde hace mucho tiempo vienen pidiendo a gritos al Gobierno Nacional atender su llamado y ayudar así con la reactivación económica. Ayer, después de mucho esperar, la respuesta positiva a ese clamor al fin llegó y el optimismo retornó a Norte de Santander. El paso inicialmente será peatonal y las autoridades estarán trabajando en los próximos días en terminar de ajustar los protocolos de bioseguridad requeridos.