Cerca de 858 venezolanos permanecen detenidos en todo el país debido a que el gobierno del presidente Donald Trump no tiene forma de entregarlos al gobierno de Maduro, al que ha impuesto innumerables sanciones y ya no reconoce. Más de 2.000 han sido devueltos a México, donde esperan sus audiencias de inmigración con funcionarios estadounidenses como parte de la política de Trump. La cantidad de venezolanos que llegan a Estados Unidos ha aumentado como parte de un éxodo masivo que ha llevado a cerca de cinco millones de personas a huir de la nación petrolera, la mayoría a países latinoamericanos vecinos. Aunque gran parte escapa del caos económico, y no de persecución política, Naciones Unidas ha instado a los países a concederles el estatus de refugiados.