Un crimen perpetrado en contra de una ciudadana ecuatoriana ha despertado la indignación de un país, y las demandas a su Gobierno. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha pedido el pasado martes al Parlamento del país que apruebe las enmiendas a la Ley de Movilidad Humana, las cuales permitirán “expulsar y deportar a aquellos extranjeros que vienen a delinquir”.