Sí el turismo diurno tiene retos, más los tiene el nocturno, especialmente, en lo que respecta a la seguridad. La economía de la noche en Cúcuta y su área metropolitana se sigue viendo afectada por la violencia, porque no solo los hechos de sicariato impactan en la percepción de seguridad de los habitantes, el conflicto armado en el Catatumbo también ha generado daños.
Por eso, para el presidente de la Asociación de Bares de Colombia (Asobares), Camilo Ospina, la llegada del general Carlos Fernando Triana a la Dirección General de la Policía permitirá fortalecer ese ámbito, como lo hizo, cuando estuvo en la Metropolitana de Bogotá.
“Claramente, sin seguridad no hay turismo. Vemos con preocupación por lo que ha venido pasando en Cúcuta. Hacemos un llamado a la articulación de acciones, en momentos como el que está viviendo Norte Santander, porque no solamente es Cúcuta, la ciudad es la receptora de la problemática. Debemos estar unidos frente a ese flagelo”.
El presidente de Asobares en la región, Eduardo Quintero, informó que el primer trimestre del año suele ser de bajas ventas, pero la crisis del Catatumbo, por la violencia desatada entre el Eln y las disidencias de las Farc, la cual comenzó en enero; y las explosiones que sacudieron a Cúcuta y Villa del Rosario en febrero, una de ellas acabó con el peaje La Parada, contribuyeron a una caída más dura, con niveles de 30% y 35%.