Las enormes crisis migratorias suelen estar motivadas por guerras o desastres naturales, como hemos tenido la desgracia de contemplar en Siria, Afganistán, Myanmar y Sudán del Sur. Sin embargo, la mayor crisis migratoria en la historia de América Latina ha sido generada por un estado fallido que niega a sus habitantes el acceso básico a alimentos, agua y asistencia médica, como parte de una estrategia política e ideológica de control social para mantenerse en el poder. Al igual que las comunidades sirias, judías, cubanas, africanas e irlandesas, con este éxodo masivo, los venezolanos han estado aprendiendo lo que significa ser diáspora. Es un término cultural, posmoderno y orgánico, del cual los venezolanos tratan de adueñarse para alcanzar su máximo potencial y establecer redes para enviar ayuda a sus hogares o a la frontera.