La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) han solicitado a los países de América Latina y el Caribe que amplíen los procesos de regularización de migrantes y refugiados. Esto se considera una medida esencial para garantizar sus derechos humanos y proporcionarles estabilidad en un continente que enfrenta una crisis migratoria sin precedentes. Estas medidas son esenciales para garantizar los derechos humanos, proporcionar estabilidad y fomentar la inclusión socioeconómica de las personas desplazadas. La cooperación internacional, la estrategia hemisférica coordinada y el cumplimiento de los compromisos asumidos son clave para abordar los desafíos de la migración y el refugio en la región. La colaboración entre los Estados, las organizaciones internacionales y la sociedad civil es fundamental para lograr una respuesta integral y efectiva en línea con los principios establecidos en los pactos mundiales y la Declaración de Los Ángeles.

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